El debut como director de Fernando León de Aranoa se materializó en este película, probablemente la más original de la última década en el cine español. La ópera prima del madrileño se mueve en el complejo filo existente entre la amargura y la sonrisa. Este singular recurso será empleado por León de Aranoa en sus posteriores trabajos, caracterizados por una mayor preocupación en problemáticas sociales. Temas como el desencanto, la nostalgia o la ironía serán constantes en futuros largometrajes del director.
Familia es: ritmo lento, pausa, reflexión, guión inteligente, crítica, sorpresa, película coral. Además de todo eso, lo más complicado en este proyecto era darle credibilidad. Y se logró gracias a la lúcida mirada del director y al espléndido trabajo de todos los actores del reparto (con Galiardo en plan crack.)