Al comenzar el filme se observa a Matt Damon interpretando a un hombre casado y con un hijo. Entonces surge el porqué de su elección. ¿No podrían haber escogido a una persona de más edad? Al instante nos damos cuenta de que pocos actores pueden realizar el papel de un individuo desde la juventud hasta su madurez. Damon logra captar toda la esencia de este personaje silencioso, inteligente y comprometido. Se le da muy bien interpretar a esa clase de tipos enigmáticos como vimos en El talento de Mr. Ripley o la saga de Bourne.
De Niro, en su segunda película como director, narra la historia de la CIA basándose en un excepcional guión de Eric Roth. A pesar de la excesiva duración de la cinta, el director sabe de qué va el negocio. En la película hay de todo como en botica. Desde un interesante análisis de la guerra fría hasta los entresijos de la vida sentimental del protagonista (hacía mucho tiempo que Angelina Jolie no hacía una buena interpretación).
Pero lo más interesante es el alarde narrativo de De Niro, capaz de saltar constantemente en el tiempo sin que el hilo argumental pierda claridad (incluso la gana).