Se esperaba con expectación el cambio de imagen corporativa de Radio Televisión Española. ¿Por qué esa necesidad de modificar lo anterior? Cuando se trata de un organismo público las razones políticas son evidentes. Sin embargo, en vez de gastar el dinero en realizar programas de calidad, parece que a los responsables del Ente les interesan otro tipo de cosas. Apuestan por una plantilla joven -despreciando a reconocidos profesionales como Maldonado, Gozalo o De la Casa, que ahora prestarán su experiencia en otros medios- y, por lo tanto, precisan de una imagen moderna (tal vez sería mejor decir posmoderna).
El resultado no puede ser más desolador. No queremos saber cuánto puede haber costado al erario público la realización de esa horrorosa mancha azul. Y lo peor es que traten de tomarnos el pelo con una supuesta profundidad conceptual, como si la realizara Kandisnsky. Seguro nos dicen que la nueva mosca, por ejemplo, simboliza la modernidad de un nuevo concepto de televisión del nuevo milenio que trata de interactuar con un espectador culto y sensible. En fin, una pena. ¿Acaso la Coca-Cola o Nike han cambiado su logo?