Apenas veo cine. Las excepciones que me permito sirven para convencerme todavía más del ocaso del modelo tradicional. Los buenos guionistas ahora hacen series de televisión.
Todo comenzó -hace algunos años- con Lost. Primero leí a Stevensson y a Verne; más tarde a Wells. Islas, viajes en el tiempo.Ése era un camino destinado, sin saberlo, a ver Perdidos.
Como si se tratara de un sincretismo de la ficción del nuevo milenio, las aventuras de los supervivientes de un accidente aéreo nos transportan a una misteriosa isla en la que se descubre la verdadera condición humana. Eso es Perdidos: realidad sobre ficción. En la isla, el hombre se reencuentra con el hombre. Con su presente, con su pasado y con su futuro. No hay otra situación más real que ésa: ubicarnos en un universo fantástico donde todo es posible.
Como si se tratara de un sincretismo de la ficción del nuevo milenio, las aventuras de los supervivientes de un accidente aéreo nos transportan a una misteriosa isla en la que se descubre la verdadera condición humana. Eso es Perdidos: realidad sobre ficción. En la isla, el hombre se reencuentra con el hombre. Con su presente, con su pasado y con su futuro. No hay otra situación más real que ésa: ubicarnos en un universo fantástico donde todo es posible.