Se trata de una interesante y documentada ucronía. Un alegato contra los fascismos y una brillante reflexión sobre la compleja situación del intervencionismo americano. Afortunadamente fueron a la guerra. ¿Se deben condenar todas las intervenciones militares? ¿En la España franquista también? El libro nos plantea muchas preguntas. Nos hace reflexionar sobre el sufrimiento del pueblo judío pero también nos muestra la hispocresía de ciertos miembros del establishment yanquee que prefieren mantener sus intereses antes de ver sufrir a sus hermanos al otro lado del océano. Lo peor, sin duda, un final mediocre, mal resuelto, como si el autor se hubiera cansado de escribir. Una terminación que deja al lector una sensación agridulce porque ésta era una historia que necesitaba un final concluyente. Clásico.