Comprendo perfectamente el porqué del éxito de Amelie Nothomb: su originalidad. Dos personajes y una profunda conversación. Más teatro que novela, ésta es una obra alrededor de la culpabilidad y del engaño.
No llega a las cien páginas, demasiado breve para ser una novela, demasiado largo para ser un cuento. Lo menos que le podemos decir es que nos mantenga alerta durante todo el relato. Y lo consigue, con dificultad, pero lo consigue.
Los personajes son excesivamente estereotipados y el protagonista a veces es poco creíble (entendiendo perfectamente el sentido de la novela). El final no es tan inesperado como a la larga podría parecer porque la narración va siempre avanzando en una misma dirección.
Original, sí, impactante, no.