La aclamada serie británica Th Office trata de analizar de una manera irónica -como solamente los ingleses saben relatarlo- el comportamiento de un grupo de individuos durante sus horas de trabajo. La narración se acerca al documental y la cámara se mueve como si nos encontrásemos en un Gran Hermano del trabajo contemporáneo. Los protagonistas reflejan una realidad humana aceptable y creíble, donde la evidente exageración de los estereotipos nos conduce a una sonrisa más cercana a lo amargo que a lo puramente cómico.
A la espera de ver su versión estadounidense, podemos decir que The Office, a nuestro juicio, se sitúa en el más elevado escalafón de las series, compartiendo liderazgo con auténticos pesos pesados como Lost, Dexter o Hermanos de Sangre.