Hay tres novelas que todo leonés debería leer. No, tranquilidad, Volverás a Región, no está entre ellas.  Las obras a las que me refiero son Luna de lobos, La fuente de la edad y El año del francés. Ésta, probablemente, sea la menos destacada a nivel temático. Sin embargo, las carencias argumentales quedan compensadas por el magistral retrato que Aparicio realiza de la capital leonesa de mediados del siglo pasado. Una vieja urbe de cafés y cines, de bohemios y poderosos. La excusa es un Congreso literario. Miranda, el protagonista, representa la heterodoxia en el tradicional ambiente literario de una decadente ciudad de provincias. Escribe un libro que puede suponer un punto de inflexión en el universo literario local. El autor consigue cerrar la obra magistralmente, con coherencia, algo que no está al alcance de muchos.