Existen personas que parecen vivir en un mundo alejado de la realidad. No se detienen a reflexionar, en parte, por el ritmo y las circunstancias de la sociedad actual. Pero estoy plenamente convencido de que hace treinta o cuarenta años, cuando España era aun un país eminentemente rural, la gente pensaba más en todo lo que le rodeaba. El paisano dejaba el azadón, se sentaba en un risco bajo la sombra de un árbol, sacaba el chorizo, lo ponía en un mendrugo de la hogaza, libaba un trago de la bota de vino y respiraba aire puro. Y pensaba.
Hoy nadie se para a pensar, por ejemplo, que solamente hace cincuenta años, el planeta donde vivimos estaba en la más cruenta situación que la mente humana es capaz de imaginar. Cincuenta y cinco millones de muertos en apenas un lustro.
Por eso, cuando alguien dice "otra película más sobre la guerra", realiza -probablemente de modo inconsciente- un ejercicio de olvido ( y tal vez de incomprensión). Hay que reflexionar cada vez que tengamos delante un terrible documento para que no vuelva se vuelva a repetir.
Sobre lo estrictamente fílmico solo añadir que Verhoeven realiza una maravillosa película, alejada de las mediocridades a las que nos tenía acostumbrados como InstintoBásico, Showgirls o Starship Troopers. Para aquellos que al terminar sigan pensando aquello de "más de lo mismo" decir que el director se basó en hechos reales .